Dentro de un avión de papel quisiera viajar,
encontrar nubes de imaginación pegadas
a un cielo plano de cartulina celeste.
De los dobleces del corazón quiero ser piloto,
maniobrar y planear en tus sueños
y en tus labios aterrizar.
Hay un viento que al soplar me levanta el animo
y me eleva por sobre las grises tormentas del
egoísmo.
Mi avioncito es de color rojo, como el de mi nariz,
es firme como mi convicción y supera cualquier
obstáculo como mi perseverancia.
Soñar es más fácil a esta altura, cada ave es un lindo
recuerdo de mi niñez, el océano de cartón marca
el horizonte de mi destino y los rayos de crayon amarillo
del sol me iluminan el rostro.
Los trazos de la vida son simples, infantiles e inocentes,
una sonrisa dibujada con tu mirada es suficiente
para sobrevolar los colores de tu felicidad.
